ENAMORARSE ES IMPOSIBLE

O quizás es una cuestión de carácter

La última vez que me enamoré fue durante un viaje y lamento mucho ser un cliché y aceptar que fue amor a primera vista. De hecho fue mucho mejor la obviedad porque lo odié por llegar tarde al embarque y demorar mis planes. El amor odio es muy Soraya Montenegro, ¿acaso el personaje más icónico de Latinoamérica? Confirmen.

Pasaron varios años y luego de una época de sequía amorosa recordé que ese chape había quedado pendiente y fui por él. Mala idea, buena idea, todo junto al mismo tiempo y en todas partes.

Debo confesar que tengo mi lista de pendientes amorosos como quien confecciona el pedido del supermercado, los míos son esos que me gustan, deseo y hasta que no logro tenerlos no paro. ¡Qué perseverante! ¿O qué insolente?

El proyecto se concretó con rapidez y muy contenta hice mi check. ¡Listo! Cerré la libreta imaginaria con la intención de seguir como si nada, ilusa. El destino amoroso se me rió en la cara, ¡qué te pensabas, querida! Pagarás caro este atrevimiento y me enamoré perdidamente de un hombre que no estaba disponible para mí. Pero cuando digo perdidamente por favor créanme que casi rifo la cabeza y el corazón niveles tango, milonga, bolero, Chiquititas.

De hecho llegué a ese nivel de enamoramiento voraz que había olvidado entre tantas salidas genéricas con hombres vacíos. Lo que más me gustaba de él, además de su cara lasciva y cuerpo viril, era su cabeza ¡el verdadero peligro mortal! Lo peor que le puede pasar a una chica que solo quiere divertirse es encontrar un hombre que la desafía intelectualmente. ¡Cómo me pudo pasar a mí! ¿En qué estaba pensando! ¡Socorro!

Después de aceptar que lo nuestro no tenía futuro pasé por las noches más oscuras. Solía contentarme al pensar que podía viajar a Nueva York, pavear en la 5ta Avenida y llorar tranquila, ¡con ruido y todo! Así como leen, muy tilinga Ferni, pero creerme Lindsay Lohan era mejor que mis fantasías suicidas que luego traté en terapia por años.

Encontrar al hombre que me movió el piso sexual, intelectual, personal y que no estuviese disponible para mí fue una tragedia íntima tan dolorosa como fundacional. Salí de ese pozo oscuro con el tiempo, con análisis, con el viaje a Nueva York y todo muy white people problem, pero acá el tema es que enamorarse es insoportable en el ¿desamor?

Sé perfectamente que llegar a pensar que mi vida no tenía sentido si no estaba con él en realidad me hablaba de otros temas que tenía que gestionar con urgencia. Sin embargo el disparador tenía nombre y apellido, unos muy lindos de hecho.

Y vieron que todo pasa y así fue que dejé de extrañarlo, soñarlo y todos los arlo posibles y seguí construyendo mi vidita sin la foto del felices para siempre con él tomándome de la mano y de otros lados, digamos todo.

Hoy en una mañana random de trabajo y Spotify escuché la canción de Virus ¨Dame una señal¨ y al llegar a ¨Es que tu cuerpo va flotando por mi habitación, cierro los ojos, lo retengo en mi imaginación¨ recordé su cuerpo, no el de otros. El inolvidable poema erecto y jugoso que me atropelló un invierno casual.

Escuché por ahí que el amor debería ser tranquilo, que las mariposas en la panza son ansiedad y no es sano. Adoro esa construcción porque es como el pan de masa madre del sentimiento, ¡es que no te hincha! ¡Es healthy! Entonces me pregunto, ¿cómo nos enamoramos en la era saludable? ¿Será vía ChatGPT?

No tengo conclusiones, solo quiero decir que enamorarme es insoportable porque sentir tantas cosas por una persona que no soy yo es ridículo. No es cómodo el deseo, es un lugar enigmático y salvaje. Fastidioso e inevitable, con un poco de suerte.

Ojalá me vuelva a suceder y lo soporte, prometo tener coraje.

XOXO